Ayer en la Fonteta se vio el mejor homenaje al genio Vukovic. Todos se quedarán cortos. La noticia de su muerte, que llegó segundos antes del inicio del partido, fue sembrando de lágrimas la zona del palco. En un baloncesto a puerta cerrada, la directiva taronja lloró en silencio los primeros minutos de luto. La postal fue tremenda, con Víctor Luengo o José Puentes sin poder contener las lágrimas mientras el partido ya se estaba disputando. El shock fue total y por eso el mejor homenaje fue la victoria del Valencia Basket. En un mundo sin pandemia y con Miki con salud, no se hubiera perdido nunca el partido contra el Estrella Roja. En Belgrado, el maestro también era muy querido y los directivos del conjunto serbio se sumaron al pésame. Había que ganar por Miki… y se ganó.
El 91-71, además del mejor homenaje al maestro, cerró la racha de tres derrotas seguidas de los valencianos en la Euroliga. No se podía fallar y no se falló. El 11-9 deja a los de Ponsarnau con las victorias de la zona del Top 8 aunque desde la novena plaza por el average general. En la pelea. El triunfo, pese al despiste defensivo que aprovechó O’Bryant, nunca peligró. Es más, ese borrón no ocultó un partido de buena intensidad defensiva de los taronja donde destacaron Labeyrie (que secó a O’Bryant en la segunda parte), Kalinic y Sastre. Tres muros. A partir de ellos, con un buen Williams y la intendencia de Van Rossom, el Valencia Basket cimentó un triunfo sólido. En la recta final de la Liga Regular en la Euroliga, amarrar las victorias en casa será una de las claves…Saber mas