Panquemado, un dulce de Semana Santa

Panquemado, la receta más tradicional de Semana Santa

Uno de los dulces típicos de la Semana Santa es, junto a las Monas de Pascua, el Panquemado o Panquemao. No hay casa que, durante esas fiestas, no tenga en su mesa, para a compañar al café, este bollo tan delicioso.

El origen de esta tradición se encuentra en el ayuno que se practicaba en tiempo de Cuaresma. Desde el miércoles de ceniza al viernes santo tan solo se podía realizar una ingesta de comida al día y evitar el consumo de carne. Afrontar las jornadas diarias, especialmente en trabajos de gran dureza física, requería introducir en la única ingesta del día alimentos con gran aporte calórico y energético. Y la solución a esta situación se halló en los dulces.

¿Quieres elaborar un Panquemado en casa y no sabes cómo? Aquí te dejamos la receta, paso a paso.

Para 4 personas

Ingredientes:

12 gr. de levadura fresca de panadería

70 ml. de leche tibia

60 gr. de azúcar

50 ml. de aceite de oliva virgen extra o girasol

Ralladura de limón (al gusto)

Ralladura de naranja (al gusto)

Anís dulce un chorrito al gusto (opcional)

Canela (opcional)

Sal una buena pizca

300 gr. de harina de fuerza (o un poco más)

3 huevos, uno de ellos para pintar

Azúcar para decorar

Elaboración:

El primer paso será desmigar la levadura fresca en la leche tibia y mezclar bien para que se disuelva. Dejar fermentar la mezcla durante unos 15 minutos. Mientras tanto, frotar con las manos el azúcar con la ralladura de cítricos en un recipiente grande. Batir con los huevos, el aceite, el anís si usamos, y la mitad de la harina.

A continuación, deberemos añadir la leche con la levadura, mezclar bien e incorporar el resto de la harina con la sal y la pizca de canela. Amasar de 10 a 15 minutos, hasta lograr que la mezcla sea homogénea y algo elástica. En el caso de que la masa aún quedara pegajosa en las manos, incorporar un poco de harina más (aunque es preferible no pasarnos con la harina para que el panquemado no nos quede demasiado denso).

El tercer paso será formar una bola con la masa y apartarla en un recipiente grande que previamente habremos engrasado con aceite. Tapar con un paño y dejar reposar durante dos o tres horas hasta que doble su tamaño.

Pasado este tiempo, volver a amasar un poco la bola de masa sobre una superficie ligeramente engrasada para desincharla. Formar de nuevo una bola y colocarla en una bandeja de horno con papel sulfurizado. Batir el huevo restante y pintar la masa. Dejar que duplique de nuevo su tamaño en un lugar sin corrientes.

Precalentar el horno a 200ºC. Volver a pintar con huevo batido y cubrir con azúcar al gusto. Se puede humedecer con unas gotas de agua, como se suele hacer con el Roscón de Reyes, o usar tal cual. En algunos lugares además se realiza un corte en forma de cruz, pero es opcional.

Hornear durante unos 25 minutos, hasta que esté bien tostado por fuera pero sin quemarse. Si se dorase demasiado rápido, se puede cubrir con papel de aluminio. Dejar enfriar sobre una rejilla antes de cortar.

Fuente: Las Provincias

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